miércoles, 5 de junio de 2013

Vuelo Frustrado

Quiero aterrizar en el portaviones de tu pecho, sentir que floto sobre seiscientos metros de profundidad, mullida en esa vellosidad tibia de tu virilidad, viendo las estrellas. Pero tú dejas un tapón abierto, haces agua, y nos hundimos juntos. Nos traga el mar que enfurecido, nos avienta por mundos diferentes. Pensé que amabas volar conmigo, pararte sobre altas cordilleras y mirar el mundo para zambullirte en él dentro de mi nave, donde no viste los dos volantes, la ventana panorámica, la energía ilimitada… Te acosó la fantasía hasta ahogarme, profanaste la magia que nos unía en tu insaciable búsqueda de placer, y luego… te encerraste en una bóveda blindada de vergüenza y ego, quedándote a la deriva. Mayo 2013